martes, 4 de octubre de 2016

SEGUNDO ACUERDO

“NO TE TOMES NADA PERSONALMENTE”
  La importancia personal, esto es, tomarse todo personalmente, es la expresión máxima del egoísmo pues implica la creencia de que todo gira a nuestro alrededor. 
Todos vivimos en nuestro propio sueño, en nuestra propia mente. 
 Lo que cada persona hace y dice responde a los acuerdos que ha establecido en su propia mente, los que ha establecido conforme a su domesticación. 
Si le decimos a otro: -Eres un tonto, nos estamos refiriendo a nosotros mismos, pues lo estamos diciendo basándonos en nuestras creencias, conceptos y opiniones. 
 Tomarnos personalmente algo que otros nos dice implica tomarnos su veneno, su magia negra y de esa manera nos convertimos en presa de esa opinión. 
Si evitamos tomarnos personalmente las opiniones ajenas nos hacemos inmunes a ese veneno. 
 Al tomarnos personalmente las cosas, sentimos que nos agreden y reaccionamos para defendernos generando conflictos. Sentimos la necesidad de tener razón. 
Digámonos: “lo que pienses de mi no es importante para mí y no me lo tomo personalmente”. 
 Si nos enfadamos con otros en realidad nos estamos enfadando con nosotros mismos ya que el enojo obedece a una reacción que proviene de nuestro propio sistema de creencias. 
 Nos enfadamos porque tenemos miedo, porque nos enfrentamos a nuestro miedo. 
Si no tenemos miedo, si amamos, no hay lugar para el enfado. 
 Amamos todo lo que nos rodea cuando nos amamos a nosotros mismos, cuando logramos superar el miedo y en consecuencia el enfado. 
Para elegir correctamente, más que confiar en los demás, es necesario confiar en uno mismo. 
 Al no tomar nada personalmente podemos empezar a romper muchos pequeños acuerdos internos que nos hacen sufrir. 
 Si elegimos seguir nuestro corazón sin tomarnos nada personalmente, aunque estemos en medio del Infierno, experimentaremos felicidad y paz interior, permaneceremos en un estado de dicha. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario